La tuberculosis (TB) sigue siendo un problema de salud pública en países con alta carga de esta enfermedad, como el nuestro. Por eso, es fundamental que todos, especialmente los padres, conozcamos cómo prevenirla y actuar a tiempo ante cualquier síntoma.
La importancia de la prevención desde la infancia
La vacunación es clave. La vacuna BCG, que se administra en la niñez, es una de las principales herramientas para proteger a los más pequeños contra las formas graves de tuberculosis, especialmente la tuberculosis miliar y meníngea.
En la etapa adulta, la prevención se centra en mantener ciertos hábitos saludables:
-
Llevar una buena alimentación que refuerce el sistema inmune.
-
Permanecer en espacios ventilados, favoreciendo la circulación de aire.
-
Evitar el hacinamiento, ya que la bacteria se transmite con mayor facilidad en lugares cerrados y sobrepoblados.
¿Cómo se diagnostica la tuberculosis?
El primer paso es identificar al sintomático respiratorio, es decir, a cualquier persona que tenga tos con expectoración por más de 15 días. Otros síntomas comunes incluyen:
-
Fiebre persistente.
-
Malestar general y debilidad.
-
Pérdida de apetito y pérdida de peso.
Cuando una persona presenta estos síntomas, es necesario acudir a un establecimiento de salud. Los exámenes más utilizados para confirmar el diagnóstico son:
-
Baciloscopia: análisis de esputo para detectar el bacilo de Koch, la bacteria causante de la tuberculosis.
-
Estudios de imágenes (como radiografías de tórax) para identificar lesiones características de la enfermedad, las cuales deben ser evaluadas por un médico especialista.
Tratamiento de la tuberculosis
El tratamiento de la tuberculosis se basa en el uso de fármacos anti-tuberculosos. En nuestro país, el Ministerio de Salud brinda este tratamiento de manera gratuita, asegurando que los pacientes puedan acceder a las medicinas necesarias.
El tratamiento estándar dura aproximadamente seis meses y consiste en la combinación de varias drogas que buscan eliminar al bacilo. Es importante que los pacientes no abandonen el tratamiento, ya que el bacilo de Koch es una bacteria muy resistente y puede desarrollar mutaciones si no se combate correctamente.
¿Qué es la tuberculosis multirresistente y la extremadamente resistente?
El tratamiento estándar utiliza cuatro medicamentos principales:
-
Isoniacida
-
Rifampicina
-
Pirazinamida
-
Etambutol
Cuando la bacteria se vuelve resistente a dos de estas drogas clave (isoniacida y rifampicina), hablamos de tuberculosis multirresistente (MDR-TB). En estos casos, el esquema de tratamiento debe ser modificado y es más complejo.
En casos aún más graves, cuando además de las resistencias mencionadas, la bacteria también es resistente a medicamentos inyectables (como los aminoglucósidos) o a quinolonas (como la levofloxacina), se denomina tuberculosis extremadamente resistente (XDR-TB). Este tipo de tuberculosis es más difícil de tratar y requiere esquemas prolongados y con fármacos más potentes.
Fuente: Dr. Miguel Gonzáles, Neumólogo – CMP: 55556